Con la misma rapidez con la que apareciste en mi vida, te has ido de ella. Una vez más no me arrepiento de nada aunque me sienta triste, vacía y decepcionada. Y no decepcionada de ti, porque a fin de cuentas, no he esperado de ti mucho más de lo que me has dado. No por nada, sino por mí, para protegerme de sufrir, para no hacerme daño a mi misma, pero por una vez creía que estaba haciendo bien las cosas. Yendo despacio, frenando las cosas para que pasaran cuando tenían que pasar, sin forzar nada, dejando que las cosas fluyesen solas. Y supongo que como no tenía nada planificado, todo esto me ha pillado de sorpresa.
Siento decirte que te estás perdiendo una persona que podría hacerte feliz y darte todo lo que necesitases. Al fin y al cabo, en tan poco tiempo te he dado todo de mí. He sido tu amiga, tu amante. Soy así, de entregarme por completo al principio en ciertos aspectos, sin pararme a pensar en lo que pueda llegar a pasar o que tal vez esa persona no se lo merezca.
Sobrellevo la situación, que bastante es ya. Siempre he sido consciente de que eres un poco veleta y de que tus sentimientos y tus actos cambiaban con frecuencia, pero no pensaba que acabaríamos así. Nunca te he exigido nada, porque ni yo misma estaba preparada para una relación. Sólo quería disfrutar del momento, de compartir contigo mí día a día, de preocuparme por ti, de estar ahí para lo que necesitases. Pero no puedo ser hipócrita, esperaba recibir un mínimo a cambio, y como ya he dicho, en estos momentos no estás siendo una persona muy constante, por lo que no he recibido todo lo que me hubiese gustado.
La decisión la has tomado tú, sin tenerme en cuenta para nada, lo que me duele y me hace estar así. Pero he pasado por situaciones más difíciles, donde he derramado lágrimas muy amargas y donde no era capaz de ver la luz al final de túnel. Pero ahora no es así, porque como bien he luchado por ello, no estoy enamorada. Atracción, cariño sí, pero no amor. He sabido pisar el freno lo suficiente como para no avanzar más en mis sentimientos que en la relación, por mi bien. Llámame egoísta, pero al igual que lo he sido yo, lo estás siendo tú ahora.
Aunque no puedo negarte que sí tenía la ilusión de llegar a enamorarme y empezar una relación contigo. Darte todo de mi, y que tú me dieras tu amor y tu cariño, y sentirme de nuevo deseada y sentir que alguien pudiera quererme.
Aunque esté triste, aunque ahora mismo no tenga ganas de nada, aunque me parezca que he fallado en algo, aunque crea que ya no voy a volver a fijarme en nadie, aunque sienta que se ha ido una parte de mi vida, también sé, que yo merezco la pena, y no sabes cuánto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario