viernes, 31 de diciembre de 2010

Rutina

Photography by matheattila


Me encontraba en el tranvía de camino a casa después de un largo día de trabajo. Estaba sentada mirando por la ventana y escuchando nuestra canción. Jugueteé con el Ipod mirando fotos nuestras del último fin de semana que pasamos en el pueblo. Nuestras autofotos riéndonos y besándonos como dos adolescentes, aunque ambos estemos más cerca de la treintena que de la adolescencia.

Estaba absorta en mis pensamientos mirando las fotos, cuando noté vibrar el móvil en el bolso. No pudo evitar emocionarme al leer tu mensaje. “Sé que llegarás en nada, pero te echo tanto de menos que no he podido evitar escribirte. Te espero donde siempre mi niña. Te quiero.

         Me invadió una emoción tan grande que no sé como pude contener las lágrimas. Nos íbamos a ver en diez minutos. Todos los días me esperas en esa esquina, con las manos en los bolsillos y sonriendo mientras yo me acerco a ti. Caminamos juntos los pocos pasos hasta nuestro portal. No hay distancia de la parada a casa, pero siempre vas a buscarme para compartir juntos ese pequeño viaje.

Y ese mensaje reflejado en la pantalla, me hizo recordar algo que siempre tengo presente y que tantas veces te digo; tú eres mi vida.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Feliz cumpleaños

Photography by abender777


Como siempre que estoy nerviosa, estoy tocando uno de mis pendientes. Me he pasado la tarde en la cocina preparando algo especial para ti; hoy es tu cumpleaños.
         Sé que me dirás que es demasiado, que deberías de cenar ligero después de pasar la tarde en el gimnasio. No he podido evitar hacer tanta comida. Es el primer cumpleaños que pasamos los dos juntos, y es muy especial.
         Llevamos casi cuatro meses juntos, y es cierto que hacemos muchas cosas especiales, pero sin duda alguna, celebrar tu cumpleaños es algo muy importante.
         Espero que el regalo te guste, pues encontrar una fecha donde coincidamos para hacer ese viaje ha sido algo complicado. Pero ¡lo conseguí! A finales de enero nos vamos a Italia a pasar unos días juntos sin nada más que nosotros mismos.
         Y como para ese regalo todavía queda casi un mes, te tengo preparada otra sorpresa. Sólo tendrás que abrir el video que hay en tu ordenador titulado “Felicidades”, y dejarte llevar durante casi cuatro minutos, por los recuerdos.
         Feliz cumpleaños cariño.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

De nuevo

Photography by YunaArt


          He vuelto a hacerlo. Me digo a mi misma que no busque excusas, que intente seguir mi vida sin que puedas acceder a ella más de la cuenta, pero me puede más este sentimiento. Este sentimiento que va creciendo día tras día sin poder frenarlo.

         Me siento una colegiala al sentir las mariposas en el estómago, el nerviosismo, el corazón latiendo como un loco cada vez que te veo.

         Disimular. Esa es mi misión cada vez que tus ojos me miran, comportarme como si tu presencia no influyese, como si no significases lo que significas para mí.

         Siempre me recrimino el portarme como una tonta, el buscar pretextos para verte, para poder tener un mínimo de contacto contigo. Y lo hago, y luego vienen los reproches, porque hay un obstáculo entre nosotros, grande, muy grande que intento minimizar para hacerme sentir mejor.

         Tal vez estoy luchando contracorriente, inútilmente, pero me dejo llevar por lo que me apetece hacer en cada momento, aunque luego llegarán las consecuencias de mis actos y me tocará sufrir. Sufrir como hará tiempo que no sufro y sin poder dar marcha atrás.

         ¿Te darás cuenta… a tiempo?

martes, 28 de diciembre de 2010

Angustia

Photograpgy by helenicous

            Tal vez haya sido la impotencia o tal vez haya sido la envidia lo que he sentido al leer tus palabras. No sé definirlo, no sé cuál es el sentimiento que más ha predominado aunque las ganas de llorar han ganado esa batalla. He contenido mis lágrimas sabiendo que no tenían sentido y que no era el lugar, ni el momento adecuado. Pero eran tan grandes que creía que la angustia iba a salir de un momento a otro sin importar nada, ni el momento, ni el lugar, ni lo ilógico de la causa.
         Sigo intentando dominar este sentimiento que va en aumento, y cada día debería ser más fácil sino fuera porque tengo que verte, porque tengo que hacer como si no pasase nada, como si fueras uno más, no la persona con la que fantaseo despierta y  el dueño de mis sueños.
         Y me culpo a mí misma porque me digo que no hable contigo más de lo estrictamente necesario, pero siempre busco y encuentro una excusa para no hacerlo. Y así estoy, con ganas de llegar a casa y derramar lágrimas amargas una vez más, por una persona que no siente lo mismo que yo, por una persona que ni siquiera sabe de mi sentimiento, por una persona que no es consciente de que sus palabras me han hecho tanto daño.
         Es irónico, pero eres el dueño de mis dulces sueños estos días, pero también eres el causante de mi sufrimiento. Los dos polos opuestos, dueño del amor, y del dolor.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Intento fallido



         Intento negármelo. Intento convencerme a mí misma de que no siento nada, de que fue algo puntual y de que mi corazón no late con fuerza cada vez que te veo.
         Intento evitar verte, pero busco cualquier excusa para hacerme la encontradiza. Intento controlar las mariposas de mi estómago cuando me miras, cuando me hablas, cuando me sonríes. Intento no pensar en ti más de la cuenta aunque sueñe despierta contigo.
         Intento que no formes parte de mi vida, que no estés en mi corazón, pero cuanto más lo intento, más dentro estás, y no sé cómo puedo sacarte de ahí. Intento no enamorarme, y lo intento con todas mis fuerzas, pero lo único que consigo con todo esto es sufrir, sufrir por querer estar a tu lado y ser algo imposible.
         Como dice la canción “siempre me voy a enamorar de quien de mi no se enamora…”

domingo, 26 de diciembre de 2010

Preguntas sobre el significado



¿Qué es el amor?

El amor es lo que llena nuestras vidas. Existen diversos tipos de amor. El amor que se tiene a una madre que es tan grande y tan puro que sabes que darías tu vida por ella sin pensarlo ni un segundo siquiera.
Está el amor que sientes por tus amigos, donde quieres demostrarlo en el día a día para que sepan que siempre estás ahí, y no sólo de vez en cuando el interés está de por medio.
Y por supuesto está el amor de pareja. Ese amor que llena tu vida, por el que sabes que te levantas cada mañana y es la razón por la que te acuestas, porque sabes que al día siguiente él te estará esperando. Es el motor de tu vida, la razón por la que respiras, la razón por la que tu mundo gira, es tu todo.

¿Y la amistad?

         La amistad es una palabra que engloba tantas cosas que la gente no es consciente de lo que está palabra significa. Un amigo es el que está todos los días contigo, en lo bueno, en lo malo, hasta en las cosas insignificantes. Esa persona que te pregunta que tal tu día, esperando que le cuentes al detalle cómo ha ido. Un amigo es el que llora contigo cuando lo estás pasando mal, aunque para él el motivo de tu tristeza le parezca intrascendente. El que ríe contigo con ganas ante la alegría de la causa.
La amistad es algo muy bonito pero que abunda muy poco. Hay personas que enseguida nombran a una persona como su amigo, creo que tal vez ante la falta de sustantivos que caracterizan a las personas que nos rodean. Llamar a una persona “conocido” puede que siente mal, incluso que ofenda, pero llamar amigo a una persona que no nos ha demostrado nada, creo que puede ofender aún más, por lo menos a la persona que lo está identificando así.
En esta vida, tanto el amor y la amistad, son motores del mundo, pero también escasean de una manera abismal, aunque no seamos conscientes de ello o no queramos verlo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

El paraíso


Photography by Laundrunner2202


Nuestros trabajos no nos dejan todo el tiempo libre que ambos quisiéramos. Tengo dos momentos preferidos en el día: el despertar en tus brazos, rodeada completamente de ti. Con tu beso de buenos días en mi pelo y el sentir tu sonrisa cada mañana. Cuando llega la noche, y me acurruco en tus brazos.
 Despertar contigo es dormir en el paraíso, con mis brazos rodeando tu cuerpo, mi cabeza apoyada en tu pecho, oyendo el latir de tu corazón “tam, tam, tam, tam”. Ese sonido rítmico que calma mi ansiedad y  me une más a ti. Nuestras piernas enlazadas. Una de tus manos sobre mi cintura mientras la otra juega con mi pelo haciendo rizos con tus dedos.
Cuando por las noches llegamos cansados de trabajar y nos acostamos temprano. Me acurruco contra tu cuerpo, esperando que tus manos me abracen, que nuestros cuerpos se amolden instintivamente al compás de nuestras respiraciones. Y quedarnos dormidos así, unidos, sintiendo la proximidad del otro.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Maltrato


         ¿Por qué existe el maltrato físico y psicológico? No le encuentro ninguna explicación. Las cosas son más sencillas de lo que parecen. Si quieres a una persona, ámala, estate con ella en lo bueno y en lo malo, para reír, para llorar… pero si no la quieres déjala marchar. Todos tenemos derecho a ser felices, y sino podemos ser capaces de hacer feliz a la otra persona, el dejarla ir para que pueda encontrar la felicidad, dirá mucho de nosotros.
         Puede que prefiera tener el cuerpo lleno de moratones a tener la autoestima destruida. Los moratones se quitan en unos días, ¿pero cómo se recupera la seguridad en ti misma? Es una tarea muy difícil. Porque no es un desconocido quien te dice esas cosas que tanto daño te hacen, es la persona con la que compartes tu vida, a la que amas, por la que darías todo por ella. Y cuando oyes el mismo discurso, día tras días, al final te lo crees. Que eres la peor del mundo, que no vales para nada, que acabaras sola. Que todo lo que tienes es porque te lo mereces. Tal vez cuando lo has superado, recuerdas todo aquello y piensas en lo absurdo de la idea, en que las cosas no son ciertas. Pero en aquel momento vivías a su sombra y creías que todo lo que te decía lo hacía por amor, cuando en el amor era en lo último en lo que pensaba.
         En esta vida de todo se sale. Se tarda un año, dos o más. Pero se sale. Y la autoestima se puede recuperar paso a paso. Apoyándote en la gente que te quiere y te admira, haciendo una valoración objetiva de tu persona, y haciendo poco a poco las cosas que te hacen sentir bien.
         Nadie vale más que nadie, nadie tiene el derecho a llenar nuestro cuerpo de cardenales, ni nuestra mente de calumnias. Es difícil, pero hay que encontrar la manera, cuanto antes, de decir basta.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Magia


         Sentí que hubo magia entre ambos. Sentí esa conexión que hacía tiempo que no sentía con nadie. Despertaste en mi algo que había muerto y que no sabía si volvería a sentir. Me sentí viva, me sentía especial al estar contigo, al notar tu mano en mi cintura, al sentir que te preocupabas por mí.
         Pero siempre pasa igual, y algo tenía que fallar. Y es que es imposible, y ahora me encuentro en el momento en que tengo que saber parar a tiempo mis sentimientos para no sufrir, para no pensar en ti más de la cuenta, para evitar volver a llorar por amor. Ya derramé mis primeras lágrimas al volver a casa, y he estado dándole vueltas porque no sé como seguir, porque no sé como parar este sentimiento, porque no entiendo por qué me tiene que pasar esto.
         No es fácil sentir la atracción entre dos personas, ni identificar el feeling, pero yo lo sentí, yo sé que lo hubo. Pero ahora sólo me queda, parar e intentar borrar de mi mente todo esos recuerdos, aunque en el fondo, no quiera hacerlo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El poder de olvidar



A nadie olvidamos. Pase quien pase por nuestra vida, siempre dejan una huella imborrable que nos hace recordarles siempre. A algunos les recordamos por cosas buenas, y a otros por cosas no tan buenas. Quisiéramos solamente recordar a las personas que nos han dejado huella por cosas buenas, que fueron nuestros amigos y se fueron porque era el destino. No acordarnos de esas personas que creíamos nuestros amigos que tanto daño nos hicieron.
Olvidar. Es una palabra con un gran significado. ¿Qué de cosas queremos olvidar y no somos capaces? En cambio, nos tenemos que acordar de otras y no lo hacemos. ¿Ironía? Sí, creo que lo es. Tal vez esas cosas de las que tenemos que acordarnos son insignificantes realmente, pero aquello que no podemos olvidar es porque nos ha dejado marcados para siempre.
Tal vez, no quiero olvidar a nadie. A los buenos recuerdos por tenerlos conmigo y saber que un día viví algo bueno con personas que fueron mis amigos o que todavía lo son. ¿Y los malos? Éstos me sirven para aprender.  Para saber qué no hacer más, para estar más atenta a lo que la vida me presenta, para saber con lo que puedo encontrarme. Muchas veces quiero olvidar muchas cosas, pero tal vez sea que no puedo olvidar por eso, para tener como referente algo que puede volver a pasarme y no cometer el mismo error. Aunque como siempre se dice; el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

¿Podré romper esa regla?

martes, 14 de diciembre de 2010

Cruce de miradas



         Puede que tú, a la vez que lo hago yo, pienses en mí todavía. Por qué no tiene sentido que cuando nos cruzamos me mires, que no apartes tus ojos de los míos hasta que pasamos de largo, y seguimos con nuestras vidas.
         No lo entiendo, pero sea la razón que sea, deja de hacerlo, porque fuiste tú quien me apartaste de tu lado y no tengo porque sufrir cuando me miras. Lo más fácil sería que esquivases mirarme, porque fuiste tú quien rompió lo nuestro, porque fuiste tú quien me ha hecho sufrir de una manera increíble.
         Siempre pido no encontrarme contigo, pero la vida se ha empeñado en ponerme a prueba, y tengo que añadir, que por ahora, voy saliendo airosa de todas las carreras de obstáculos que va poniendo en mi camino.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Palabras mágicas


         Hoy ha sido un día especial. Al salir del trabajo me estabas esperando debajo del paraguas sonriéndome ampliamente y acercándote a mí. El corazón ha comenzado a latirme como un loco al verte allí, esperándome a mí, solamente a mí.
Nos hemos acercado el uno al otro, y nuestras bocas se han encontrado con facilidad, como dos imanes que se unen aunque hagamos lo posible para que no lo hagan.
         Cuando tu mano se ha posado en mi cintura he contenido la respiración a la vez que tu boca jugaba sobra la mía. Y me he sentido la mujer más feliz del mundo cuando me has susurrado al oído esas palabras mágicas que tanto me gusta que me digas. “Te quiero mi niña
         Nunca me canso de oírtelo decir, y sabes que cada segundo, cada minuto, cada día, te quiero más todavía. Porque eres tú, y solamente tú, el eje de mi mundo por el que giro cada día.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Hoy como ayer


Photography by NadyaBird

        

         Hoy, como ayer, como todos los días que llevamos juntos, tengo que decirte que te quiero. Y no te quiero por tu sonrisa que hace latir mi corazón desbocado, ni te quiero por tus besos que me hacen enloquecer, ni te quiero por tus manos cuando exploran mi cuerpo. Te quiero por hacerme mejor persona, cada vez que estoy contigo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Veinticuatro horas


La herida ha vuelto a abrirse. Y duele como ha dolido siempre, aunque haya intentado convencerme a mí misma de que ya da igual, de que ya no me importa. Han pasado más de setecientos cincuenta días, aunque hayan pasado tantas cosas en ese tiempo, que ya no tenga sentido este dolor.

He podido arrancarte de mi cabeza, lo que me ha costado tanto tiempo que a veces creo que todavía no lo he conseguido del todo. Pero ¿sacarte de mi corazón? Es misión imposible. Podrán pasar setecientos cincuenta días más, que siempre estarás ahí. Por tantas cosas compartidas, por ser el primer amor, por ser quien me enseñó tantas cosas, buenas y malas.

Contigo aprendí a amar, a amar sin medida, a amar con locura, a darte todo de mí. Tú me enseñaste a sufrir, a derramar lágrimas amargas, a sentir como el corazón se hace añicos y no hay manera de volver a recomponerlo. Contigo aprendí tantas cosas…

Y después de diez meses, ayer volví a verte. Y volvió a doler, volví a sentir sangrar la herida, volví a sentir como las lágrimas golpeaban por correr por mis mejillas. Pero fui fuerte, o al menos al principio. No apartaste la mirada, y te la mantuve hasta que dejaste de mirarme. Nunca hice nada para tener que agachar la mirada, es más, hice todo por estar contigo, todo por recuperar lo que teníamos, todo por demostrarte, cada día, cuanto te amaba. Pero eso ya se acabó. Se acabó hace tanto tiempo aunque a veces sienta que fue ayer.

La vida volvió a ponerme a prueba al tener que enfrentarme a verte. Y esta vez el dolor ha durado menos. Veinticuatro horas. Horas en las que he llorado, en las que he dejado que la rabia y el dolor abandonasen mi cuerpo, al menos, por un momento. Pero ya no más. No puedo permitir que tu recuerdo me vuelva a atormentar durante días. Han sido veinticuatro horas. Y aunque quiera decir que no, que ya no más, sé que volveré a sufrir el próximo día que te vea. Pero intentaré, que en vez de veinticuatro horas, sean veinticuatro segundos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

The hope


        
         No quiero que me dejes. No quiero que todo lo que estamos viviendo se acabe. No puedo imaginarme vivir sin ti, sin tu sonrisa cuando me miras, sin tus te quieros al despertar. Parece que todo está en nuestra contra, que no podemos luchar para estar juntos.
         ¿Recuerdas nuestro primer beso? Fue en el hotel volviendo de cenar con nuestros amigos. Me acompañaste a mi habitación y al despedirnos me besaste. Nunca podré olvidar aquel primer beso, aquel primer contacto con tus labios.
         ¿Y nuestra primera vez? Fue increíble. En aquella casa rural tras una noche de fiesta. Recuerdo tus manos deslizándose por mi cuerpo, tu aliento sobre mi piel haciendo que el vello se me erizase.
         Recuerdo cuando empezamos a salir oficialmente. La felicidad compartida, las miradas cómplices, los besos ardientes. Han pasado tres meses y en parte me parece que ha pasado toda una vida, y por otra, que llevamos muy poco tiempo juntos, que nos queda mucho por vivir.
         Y aquí estoy. En esta habitación del hospital sentada en tu cama. Observando los cables y los tubos que salen de tu cuerpo. Duermes. Y no sé si oyes todo lo que te estoy diciendo, si eres consciente de que no puedo vivir sin ti. No quiero que duermas. Despierta, por favor despierta.
Te esperaré, esperaré a que despiertes y vuelvas a decirme que me amas y que quieres estar conmigo para siempre. Esperaré, porque si tú te vas, quiero irme contigo, porque mi vida sin ti, no tiene sentido.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Entre la vida y la muerte


Entre la vida y la muerte. Siempre nos encontramos en medio de la balanza. Nadie tenemos asegurada la vida. Venimos de paso, unos cuantas décadas o incluso menos. Si hay algo que todos sabemos, es que lo mismo que venimos al mundo, también nos iremos de él. Ley de vida. Odio esa frase. No pedimos nacer, pero nacemos y vivimos, y cuando tenemos que morir ¿alguien nos da otra opción? ¿Podemos pedir quedarnos un poco más? No. Todos tenemos el destino escrito, con una fecha de caducidad para nuestras vidas.

No me consuela que es lo que hay. No me consuela que no podemos comprar la vida, que cuando llega llegó tu hora, llegó y listo. Pero en momentos así, o la gente pasa porque es ley de vida o ya se acostumbra a las muertes, de manera que no saben ayudar al que padece algo así en su vida.

Cada día lo veo más claro, la gente no sufre contigo. Si un amigo está sufriendo por la muerte de un ser querido, ¿no se debería sufrir también con él porque es tu amigo? Me estoy dando cuenta de que no es así. De que una vez más, yo siempre sufro con los demás, pero luego el resto no sufre conmigo.

Y duele. Porque son demasiadas muertes, de abuelos, tíos, hermanos, amigos de la familia. Es lo que tiene ser una familia numerosa y ser joven, que vas a ir viendo como se van yendo y tú te quedas aquí, en este mundo, esperando que llegue tu hora.

Quería desde aquí mandar toda la fuerza del mundo y el apoyo, a esas personas que están sufriendo ahora, y siempre se han portado muy bien conmigo y con mi familia. Estamos aquí, con vosotros.

Y decirles a mi abuela, a mi pequeño y a mi hermana, que me acuerdo siempre de vosotros, siempre. Cada día lo haré, hasta que llegue el día que nos volvamos a ver.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El silencio

Photography WiciaQ



Ya no estás aquí. Siento tu ausencia en mi corazón. Dicen que pasará el tiempo y volveré a llenar ese hueco tan profundo que dejó tu partida. Pero, ¿cómo? Aún recuerdo tus besos, tus abrazos, tu mirada, los miles de momentos que pasamos juntos. Echo de menos un te quiero, un beso profundo, una llamada a media noche solamente para decirme que me echas de menos, que vengas a buscarme sin avisar, que tengas un detalle conmigo.

El final llegó, y ya no tengo nada de eso. Sólo queda el silencio. El silencio de aquellos besos, el silencio de los te quieros. El silencio del móvil que nunca suena, el silencio del timbre que hace tiempo que no tocas. El silencio.

Sé que el silencio desaparecerá algún día, para poder volver a vivir todo lo que viví, pero esa vez, no serás tú el dueño de la música que envuelva mi corazón.

martes, 7 de diciembre de 2010

Despertar

Photography by Zoeelyn


Nada más despertarme sabía que no estabas a mi lado ya que tu brazo no rodeaba mi cintura. No quería girarme y ver que efectivamente no estabas conmigo en nuestra cama. Soñé despierta, con tu abrazo, con tus palabras de amor susurradas al oído, con tu aliento en mi nuca.

Cuando por fin me giré, vi la huella que tu silueta había dejado en nuestra cama, y una nota donde distinguí claramente tu caligrafía. Cogí la nota en mis manos y leí esas palabras que resonaron en mi mente durante toda la mañana. “He ido al gimnasio. No tardaré en volver, cada vez me cuesta más separarme de ti. Te amo.”

Releí aquellas frases grabándolas en mi mente. Y cada vez que las leía, mi corazón se hinchaba de felicidad y por mis mejillas corrían lágrimas furtivas. En ese momento, como en tantos otros, me confirmé a mí misma, que te amaba más que a nadie en el mundo y por encima de todas las cosas.

En el momento en que me lo confirmé, apareciste por la puerta con una rosa roja en la mano. Me sonreíste, dejaste la rosa en la mesilla, y te acercaste besándome en la frente con cariño. Suspiré, y me abracé a ti. Nos olvidamos de todo por un instante, dejando huellas, pero esta vez, sobre nuestros cuerpos.